Se puede ser musulmán sin ser creyente. Es como quien se afilia a una asociación y asiste a sus reuniones, paga su cuota y hace el papel de socio, pero no acepta sus principios ni cree en su autenticidad. Sólo ha entrado en ella para espiar o corromper sus asuntos. Este es el hipócrita, el que pronuncia las dos atestiguaciones y realiza los deberes religiosos aparentemente, pero no cree en la verdad. Este no se salvará ante Dios. Sin embargo, la gente lo considera musulmán, pues sólo ven las apariencias, pero Dios puede saber acerca de los sentimientos y del corazón.
Si el hombre cree en los fundamentos ideológicos que son; creencia absoluta en Dios, no relacionado con asociados ni mediadores, y en los ángeles, los mensajeros, los Libros Sagrados, la otra vida, el destino, y si pronuncia las dos atestiguaciones, reza las oraciones prescritas, guarda el Ramadán, paga el Zakat de su dinero si debiera pagarlo, peregrina una vez en la vida si puede, y se priva de aquello en lo que hay acuerdo sobre su ilicitud, será un musulmán creyente. Pero, el fruto de su creencia no se manifestará en él ni sentirá su dulzura; tampoco será un musulmán completo hasta que adopte en su vida la conducta de un musulmán creyente.
Resumió el Mensajero de Dios, -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, esta forma de conducta en una sola frase, con las más elocuentes de las palabras que hayan pronunciado los hombres. Estas palabras reunen el bien absoluto, el de ésta y el de la otra vida y son: Tenga presente el musulmán, en todo momento, cuando esté de pie o sentado, solo o acompañado, en la seriedad o en la frivolidad, y en todas sus circunstancias, que Dios le ve y le observa; entonces ya no le desobedecerá, y no teme si desespera pues sabe que Dios está con él; no siente la soledad mientras clama a Dios, ni necesidad de nadie mientras pide a Dios y le ruega. Pues aunque desobedeciera –y su naturaleza fuera de por sí desobediente- si vuelve y se arrepiente le será aceptado su arrepentimiento.
Basado en las palabras del Profeta. –la paz y las bendiciones de Dios sean con él-. Sobre el concepto del Ihsan:
“Adorarás a Dios como si lo vieras, pues aunque tú no lo veas, El si te ve”.