"Aprendí de memoria del Mensajero de Allah salla Alahu 'alayhi wa sallam: Deja lo que dudas hacia lo que no dudas". Tirmidi
El Islam prefiere que las ganancias, la comida y la vida entera del musulmán sea lícita y buena y es por esto que pide al musulmán se aparte de todo aquello que es dudoso, de todo lo que no esté seguro acerca de su legalidad. Por ejemplo un musulmán quiere comprar un reloj y encuentra a un hombre que vende uno pero por su apariencia le hace sospechar que es robado, que no es suyo; como aquel que quiere emprender un negocio o un trabajo e ignora si es lícito en el Islam o no; entonces debe esperar y preguntar hasta que esté seguro de su legalidad.
El musulmán debe tener certeza por la legalidad de un asunto antes de emprenderlo. "La certeza no es anulada por la duda"; es decir, si alguien tiene certeza de algo y otro tiene duda. El que tiene certeza debe hacerla sin ninguna preocupación o también en actos de adoración si alguien tiene certeza de que está en estado de pureza por no haber roto la ablución anterior y cuando llega el momento de la oración le entra la duda de que si la habrá roto o no, debe hacer la oración sin preocupación si su ablución anterior le sigue siendo válida, pues la duda en muchos ocasiones viene del Shaytán.