Relató Abu Huraira que Dios esté complacido con él- que un hombre le dijo al Profeta salla Allahu 'alayhi wa sallam: "Aconséjame" El Profeta dijo: "No te enfurezcas". El hombre insistió varias veces, y el Profeta dijo: "No te enfurezcas". Al Bukhari.
Los que preguntaron fueron varios, los que hicieron la misma pregunta. Fueron los compañeros del Profeta quienes realizaban la petición del consejo. El Mensajero de Dios salla Allahu 'alayhi wa sallam conocía bien a sus compañeros y les dio el consejo que les convenía a cada uno, pues el consejo del Mensajero de Dios salla Allahu 'alayhi wa sallam es un impulso que hace aferrarse a sus seguidores al camino recto y caminar en el hacia Dios. Este consejo les fue dado para evitar en ellos el enfrentamiento, el enfado. Ya que es un signo de mal carácter para el musulmán que le impide razonar y reflexionar. Le vuelve ciego y le pone a la merced de Satanás. En cierta ocasión el Profeta salla Allahu 'alayhi wa sallam dijo:
"Fuerte, no es aquel que lucha sino el que se controla cuando está enfadado"
Cuando el musulmán se enfada, si está de pie tiene que sentarse, si el enfado no se le pasa tiene que tumbarse, si el enfado no se le pasa aún, tiene que hacer la ablución ya que el enfurecimiento es de Satanás y Satanás fue creado de fuego y el fuego se apaga con agua.
El Islam pide del musulmán que permanezca sereno y que tome ejemplo del Profeta salla Allahu 'alayhi wa sallam que cuando los incrédulos le pegaban, le arrojaban basura, le tiraban piedras y le golpeaban la boca hasta romperle alguno de sus dientes... aun así tenía paciencia. Y cuando finalmente Dios Le dio la victoria y los incrédulos fueron sus prisioneros y estuvieron ante él, les preguntó: "¿Qué pensáis que haré con vosotros?" le dijeron: "El bien, porque tu eres un hermano noble". El Mensajero de Dios salla Allahu 'alayhi wa sallam les respondió: "Marchaos, sois libres". Esta es la cualidad de los Profetas y debe se la cualidad de toda la gente.