"Cuando veáis que Allah subhanahu wa ta'ala da la concesión de Sus bendiciones a Su siervo, incluso si el siervo estuviera cometiendo pecados, de igual manera es un halago."
Entonces él salla Allahu 'alyhi wa sallam recitó: "Así que, cuando se olvidaron de (la advertencia) con la que se les había recordado, les abrimos las puertas de todas las cosas (agradables), hasta que en medio de su disfrute en lo que se les concedió, de repente, Tomamos de ellos (en el castigo), y se sumieron en la destrucción, con profundo pesar y tristeza". (Al-An'am verso 44) Ahmad en su Musnad (4/145)