“El Mensajero de Allah (salla Allahu 'alayhi wa Sallam), dijo: “Este mundo es una cárcel para el creyente y un Paraíso para el no creyente”. (Muslim)

"Busqué entre todos mis amigos y no encontré mejor amigo que el que guarda su lengua, pensé sobre la vestimenta y no encontré mejor vestido que la piedad, pensé en todos los tipos de riqueza, pero no encontré mejor satisfacción que en algo pequeño, pensé en todos las clases de buenas obras, y no encontré nada mejor que dar buenos consejos, busqué en todos los tipos de sustentos, y no encontré nada mejor para sustentarme que la paciencia." Umar ibn al Jattab (que Allah este satisfecho de él).

Hadiz 19 -"Las plumas se han levantado y las hojas se han secado"

En el nombre de Allah. El Misericordioso. El Compasivo.


En un relato, Abu al 'Abbas, 'Abdullah Ibn 'Abbas radia Allahu anhu, dijo:

"Un día estaba detrás del Profeta salla Allahu 'alayhi wa sallam y me dijo":

"¡Oh joven!, te voy a enseñar unas palabras: Guarda a Dios y te guardará. Guarda a Dios y lo encontrarás ante ti. Si pides algo, pídelo a Dios, y si necesitas ayuda acude a Dios; y conoce que si todo el pueblo se reúne para beneficiarse en algo, no te beneficiarán excepto en lo que Dios ha escrito para ti, y si se reúne para perjudicarte en algo no te perjudicarán salvo en algo que Dios haya escrito sobre ti. Las plumas se han levantado y las hojas se han secado" Lo transmitió At-Tirmidi

Y en otro relato:

"Salvaguarda a Dios, lo encontrarás ante ti, acuédate de Dios en el bienestar y se acordará de en el apuro. Y conoce que lo que te ha fallado no podía haberte tocado. Y que lo que te ha tocado no podía haberte fallado. Y conoce la victoria con la paciencia, que el alivio viene con el apuro y que con la dificultad surge la facilidad"

Cuando Ibn 'abbas era aún un muchacho y cavalgaba un día tras el Profeta salla Allahu 'alayhi wa sallam, en el mismo caballo; el Profeta salla Allahu 'alayhi wa sallam quiso aconsejarle de manera que aprendiera las cosas básicas para su relación con Dios y con la gente. Y cuando él dijo: "guarda a Dios " quiso decirle que crea firmemente en Él y guarde y practique Sus enseñanzas y mandatos y entonces Dios le guardará y le protegerá; y cuando le dice "que si tiene que pedir algo que lo pida a Dios" no quiere decir que hay que pedir a Dios y quedarse parado en casa sino que debe confiar plenamente y moverse y acudir a la gente con la esperanza de que Dios va a premiarle en su esfuerzo y hará nacer de él las fuentes que necesite; pero claro está que el corazón debe estar siempre aferrado a esta creencia, a este conocimiento de que quien da y responde a la nuestra necesidad es Dios y que nuestra acción y la de los demás son el medio con el que Él nos ayuda.

Tanto el beneficio como el perjuicio han sido escritos por Dios para el hombre a los 120 días de su estancia en el vientre materno cuando le fue infundido el espíritu; pero dado que el hombre no sabe lo que ha sido escrito para él debe investigar y preveer las consecuencias en todos los asuntos, aún sabiendo que después de que haya obrado con toda precaución de la foram más adecuada, el éxito o el fracaso de cada asunto depende de Dios y de lo que Él haya escrito en la 'Tabla guardada'.

A cada hombre le han sido escritas cuatro cosas: su provisión, la duración de su vida, sus obras y si será feliz o desgraciado; así pues debe saber que si la provisión de cada día le ha sido escrita, lo único que él debe hacer es buscar la forma adecuada para recibir esta provisión que le ha sido destinada y que si todas las criaturas se reuniesen para quitarle algo de lo que ha sido destinado no podrían disminuirlo en un átomo y que si todas las criaturas se reunieran para añadir algo a lo que se le destinó no lograrían añadir a ello ni la más pequeña partícula.

Con las palabras: "Las plumas se han levantado y las hojas se han secado" (las tintas de las hojas), el Profeta salla Allahu 'alayhi wa sallam nos indica que todas estas cosas están ya escritas y por lo tanto nadie debe tener miedo a decir la verdad y a luchar por la justicia y la aplicación de los mandatos de Dios, pues sabemos que tanto el beneficio como el perjuicio están en manos de Dios y por lo tanto nadie escepto Él puede dañar o beneficiar. y son incambiables

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