“El Mensajero de Allah (salla Allahu 'alayhi wa Sallam), dijo: “Este mundo es una cárcel para el creyente y un Paraíso para el no creyente”. (Muslim)

"Busqué entre todos mis amigos y no encontré mejor amigo que el que guarda su lengua, pensé sobre la vestimenta y no encontré mejor vestido que la piedad, pensé en todos los tipos de riqueza, pero no encontré mejor satisfacción que en algo pequeño, pensé en todos las clases de buenas obras, y no encontré nada mejor que dar buenos consejos, busqué en todos los tipos de sustentos, y no encontré nada mejor para sustentarme que la paciencia." Umar ibn al Jattab (que Allah este satisfecho de él).

Ordena lo que es bueno y prohibe lo que es malo

En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.

La musulmana, que comprende su religión lee la aleya:


-Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros, ordenan el bien y prohíben el mal, cumplen con la oración prescrita, pagan el Zakat, y obedecen a Allah y a Su Mensajero. Allah tendrá misericordia con ellos; y él es Allah, Poderoso, Sabio.- (Corán 9-71)

Allah subhanahu wa ta'ala reveló este versículo quience siglos atrás. La musulmana se encuentra a sí misma en el nivel más elevado de posición intelectual y social, que ninguna mujer de cualquier nación o raza haya conocido jamás. El Islam manifestó que las mujeres son plenamente humanas, y legalmente competentes e independientes. No existe diferencia alguna entre las mujeres y los hombres, cuando la equidad llega, hasta en la posesión de propiedades, compra y venda, o el arreglo de un matrimono. Ésta jamás había sido la situación o condición prevaleciente en ninguna nación o pueblo donde las mujeres eran vistas como posesiones de los hombres, bajo su tutelaje y gobierno.

Por otra parte la aleya, -Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros...- Colocó a hombres y mujeres al mismo nivel de lealtad y amistad, y las hizo compañeras en el trabajo y ordenar lo que es bueno y prohibir lo que es malo.

Así las mujeres, son responsables de cumplir esta obligación en términos de igualdad con los hombres, y a ambos se les encargó como deber el poblar y cultivar la tierra, y adorar a Allah subhanahu wa ta'ala.

Así rescató el Islam a las mujeres de su posición de ser meras vasallas de los hombres, quienes en la mayoría de los casos tenían control sobre su vida y muerte, y las elevó en nivel de igualdad y humanidad.



Cuando el Islam dio a las mujeres el deber de ordenar lo bueno y prohibir el mal, les concedió el status de ser humano que por primera vez en la histroia estaba impartiendo ódernes mientras que bajo los otros sistemas ella era la que siempre recibía órdenes de los demás.



El Islam también declaró que a los ojos de Allah subhanahu wa ta'ala, ambos sexos estaban igualmente calificados para rendirle culto, y eran igualmente merecedores de Su misericordia. Hay una gran cantidad de pruebas de esta afirmación, en el Corán y en la Sunnah.



Nuestra historia está llena de mujeres cuyas palabras y obras reflejaron su noble carácter islámico. Hablaban la verdad y sentían una responsabilidad ante Allah subhanahu wa ta'ala para hacer eso, y nunca temían hacerlo.


Texto extraído del libro:
"La verdadera personalidad de la mujer musulmana"
Muhammad Ali al Hashimi

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